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 + EL HÓRREO. 

Definición.

        Un hórreo es una construcción destinada a guardar y conservar los alimentos alejados de la humedad y de los animales para mantenerlos en un estado óptimo para su consumo.

        Se caracteriza por mantenerse levantado sobre pilares para evitar la entrada de humedad y de animales (especialmente ratones y otros roedores) desde el suelo y por permitir la ventilación a través de ranuras en las paredes perimétricas.

        En 1918 el antropólogo polaco Eugeniusz Frankowsky registra el uso de graneros aéreos en la península Ibérica, región de los Alpes, península Escandinava, área de los Balcanes, África subsahariana, Persia, Sureste Asiático, Japón, península de Kamchatka y áreas del estrecho de Bering, empleados para la conservación del cereal. La especificidad del hórreo como tipología reside en su unión con el cultivo del maíz y a su maduración y secado en zonas de clima atlántico. El uso del hórreo se extiende por buena parte del norte de la península Ibérica, con especial abundancia en Asturias y Galicia, en donde la pronta llegada de un invierno largo, frío y húmedo obliga a realizar cosechas tempranas.

El hórreo Asturiano.

        El hórreo asturiano es un granero de madera levantado sobre unos pilares que lo aislan del suelo. Dentro se pueden guardar el grano, las frutas y hortalizas, la matanza y aperos agrícolas. Bajo él se suelen encontrar el carro, el arado o la leña. La madera utilizada suel ser de castaño o roble.

       Está compuesto por un cuerpo de forma cúbica cerrado por tablas verticales (colóndras) y una cubrición a cuatro aguas que puede ser de teja, pizarra o paja de centeno, dependiendo de la zona, pero siempre rematado en un pico (obispo). Se alza sobre cuatro o seis pies (pegollos) de piedra o madera con forma de pirámide truncada de cuatro caras. Entre estos y la base se colocan unas losas horizontales (las muelas) que son las culpables de que los roedores no puedan subir. Se accede al hórreo por medio de un escalón (tenobia) separada a cierta altura de la escalera.

        Una de las características más sorprendentes del hórreo es que se puede trasladar de un lugar a otro con relativa facilidad ya que se puede desmontar como un gigantesco juego de construcción para niños, pues las piezas de madera se ensamblan entre sí sin usar ningún tipo de punta o tornillo.

        Existe una variante del hórreo llamada panera. Esta es de mayor tamaño; su planta es rectangular en lugar de cuadrada y tiene seis o más pies; asimismo el tejado está rematado en dos picos, en lugar de uno sólo. Ambos modelos cuentan con ricas decoraciones, talladas o pintadas, que pueden agruparse en tres estilos, según las zonas de Asturias en que se encuentren:

        ESTILO VILLAVICOSA: es el más antíguo, pues adorna hórreos de los siglos XV y XVI con pinturas y tallas en las vigas y tablas de sus paredes. Las tallas consisten en motivos geométricos en uso desde épocas prerromanas; las pinturas se componen de casetones, líneas de triángulos y series de semicírculos secantes. A veces hay pintadas figuras humanas combatiendo, o enfrentadas a largas serpientes aladas, que son los "cuélebres" de la mitología asturiana, junto a caballos, aves y leones.

        ESTILO CARREÑO: a partir del siglo XVIII se construyen grandes paneras en la zona costera del centro de Asturias, cuyas fachadas están cubiertas por una abigarrada talla de florones, jarros y formas geométricas pintadas en vivos colores. El adorno pretende llenar todo el espacio disponible y muestra cierta influencia de las tallas barrocas. Ello quizá sea debido a que algunas de las paneras mejor decoradas pudieron ser construidas por los mismos tallistas que labraron pequeños retablos rurales.

       ESTILO ALLANDE: En el occidente de Asturias aparecen también por la misma época las paneras y sobre ellas una decoración reducida a grandes discos tallados en las paredes. Bajo estos muchas veces el carpintero graba su nombre y el año de construcción. Hay discos solares, rosetas y cruces junto a tetrasqueles y entrelazos que en su origen tuvieron un sentido simbólico, luego perdido. Las últimas paneras, de fines del siglo XIX y comienzos del actual se construyen con un corredor a su alrededor donde se colocan las típicas ristras de panoyas de maiz. En ellas la decoración es diferente a todo lo anterior, pues el adorno se centra en el corredor, con barandillas de columnas y balaustres torneados.

       Aunque se pueden encontrar otros tipos de hórreos en el resto de la Península y en Europa, estos son muy distintos al modelo asturiano. Asturias cuenta con un gran número de estas construcciones, ya que antiguamente cada casería contaba con al menos un hórreo para preservar la cosecha de la humedad y los roedores, pero las transformaciones agrarias de las últimas décadas han reducido en gran medida la utilidad de los viejos hórreos así como su número y muchos de ellos se encuentran en lamentable estado de ruína.

Partes del Hórreo.